sábado, 14 de enero de 2012

HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA (Parte II)


Fechner (1801-1887): psicólogo alemán. Contribuyó a la psicología con la Ley de Fechner formulada de la siguiente manera:
S = K * loge E + C
(S = sensación, E = estímulo y K = una constante, la constante de Weber, distinta para cada modalidad sensorial)
Dicha fórmula explica la relación entre el mundo físico y el psicológico, entre el estímulo físico y la sensación subjetiva, para poder medir cuantitativamente la dimensión subjetiva o psicológica. Para medir esto, era necesario encontrar un punto de origen y una unidad de medida, el punto de origen fue definido con relación al umbral absoluto que es el valor del estímulo físico que produce una sensación mínima y la unidad de medida se define con relación al umbral diferencial que es la cantidad de cambio en el estímulo físico capaz de producir una diferencia perceptible. Fue una de las primeras aportaciones a lo que se conoce como “Psicofísica”.



Fue Watson (1878-1958) quien resaltaría la conducta como objeto específico de estudio de la psicología, lo que se conoció como “conductismo”. Defendía que el único método objetivo era la medición de la conducta a través de los estímulos observables, todo lo no-observable era instropección y por lo tanto carecía de objetividad.
Fue célebre por su conocido experimento con “el pequeño Albert” que era un niño de once meses de edad al que utilizó como sujeto experimental para probar su teoría sobre el condicionamiento al miedo. Watson pretendía demostrar cómo los principios del condicionamiento clásico podían aplicarse en la reacción de miedo de un niño ante una rata blanca que inicialmente no provocaba en el niño ninguna reacción aversiva, cómo podría generalizar esta conducta a otros estímulos similares y cómo eliminar dicha conducta.

El experimento consistía en presentar al niño un objeto de color blanco al tiempo que un ruido fuerte. Después de varios ensayos, el niño sollozó ante la presencia de una rata y posteriormente generalizó su respuesta a otros estímulos: un perro, lana, un abrigo de piel,... El experimento no pudo llegar a terminarse, no alcanzándose la fase de descondicionamiento... Las cuestiones éticas que generó este experimento fueron el inicio de lo que hoy conocemos como “Código Deontológico del Psicólogo”

El trabajo más importante de Watson fue su artículo titulado: “La psicología desde el punto de vista conductista” en el que se explicarían los postulados básicos de esta nueva corriente y que daría el punto de partida al conductismo.


Skinner (1904-1990) psicólogo propulsor del condicionamiento operante que se entiendo como la teoría del aprendizaje que explica la conducta voluntaria del cuerpo en su relación con el medio ambiente y está  basada en un método experimental. Lo que viene a decir es que ante un estimulo se produce una respuesta voluntaria que puede ser reforzada de manera positiva o negativa provocando que la conducta operante se fortalezca o debilite. Es la operación que incrementa la probabilidad de respuesta o conducta en relación a un estímulo discriminativo y a otro llamado reforzador. Siempre hay una relación de contingencia. También consideró al aprendizaje por castigo y por extinción de los refuerzos como influyentes en la conducta.
Si por algo es conocido Skinner es por “la caja de Skinner”, es uno de sus experimentos más famosos con los que estudió la formación de la superstición en palomas. Lo que hizo fue poner a palomas hambrientas dentro de una caja unidas a un mecanismo automático que les suministraba comida a intervalos regulares independientemente de lo que la paloma hiciera (entrenadas previamente). Dicho experimento parece mostrar que las palomas se comportaban como si hubiera una relación causal entre su comportamiento y la administración de comida, relación inexistente.
Si traspasamos estos resultados a la conducta humana, se observa que unas pocas situaciones azarosas entre un hecho y sus consecuencias favorables o no, son suficientes para establecer un comportamiento determinado, a pesar de que no haya reforzamiento causal.  Las conclusiones de este experimento fueron muy criticadas, argumentando que lo que Skinner hizo en realidad fue un entrenamiento de condicionamiento clásico.
Puesto a experimentar, se atrevió a hacerlo también con humanos, utilizando como sujeto experimental a su propia hija, a la que introdujo en una de sus famosas cajas pero en este caso estaba acondicionada de forma distinta, era calentada, enfriada, tenía aire filtrado y era espaciosa. Según Skinner, la diseñó para desarrollar la confianza del bebé, su comodidad, hacer que llorase menos, se enfermase menos,... Además, el tiempo que la niña permanecía en la caja era similar al que podía pasar en una cuna. Las conclusiones no fueron del todo claras y ni qué decir que sobre esto se formularon muchas controversias, se habla de que a raíz del experimento su hija desarrolló una enfermedad mental y también que con el paso de los años la niña denunció a su padre por malos tratos, pero nada se confirma explícitamente sobre ambos rumores.

A mediados de los años cincuenta se promulga una crisis del conductismo, a raíz de las numerosas críticas acaecidas, como que no presta atención al inconsciente, ni a los sentimientos ni estados de la mente; tampoco tiene en cuenta la personalidad, ni la voluntad ni la intencionalidad; no explica los procesos cognoscitivos ni la intuición; entiende al sujeto como un ser pasivo; no da importancia a lo innato y no tiene en cuenta que el ser humano es un ser social. Comienza a nacer entonces una nueva corriente, el cognitivismo.

El primer libro publicado sobre psicología fue el de F.A. Carus con el título de “Geschichte der Psycologie” (Historia de la Psicología) en el año 1808. A partir de entonces se publicaron numerosos libros y también numerosos artículos y fueron naciendo las revistas y especializándose en las distintas ramas psicológicas.

Fue en España donde se fundan los primeros hospitales psiquiátricos: en Granada por Mohamed V en 1367 y en Valencia por Gilabert Jofré en 1409. En esta época, el nivel de la medicina española era superior al del resto de Europa. Hasta entonces, los enfermos mentales se encontraban en los hospitales en situaciones infrahumanas, estaban encadenados y eran golpeados. Pinel fue quien consiguió desencadenar por primera vez a los pacientes de dos hospitales de Paris. Además Pinel denominó a su terapia como moral, ya que trataba a los pacientes humanamente y hacía que éstos participaran en actividades, trabajos…



Mesmer (1734-1815): se le considera el introductor del hipnotismo, fue el descubridor de una espectacular manera de “curar” las enfermedades basándose en la sugestión. 
Llegó a París en 1778 precedido de una reputación de hacedor de milagros. Al parecer había devuelto la vista a una joven música de Viena que la había perdido.
La forma de trabajar de Mesmer era espléndida y teatral. Partía de la base de que él era capaz de acumular una porción del “fluido universal” y de transmitirlo a sus semejantes, esto es lo que se conocería como “magnetismo animal”.

La Academia de Medicina rechazó sus técnicas, pero uno de sus pacientes le ofrecio dinero a  Mesmer para montar una clínica, con la condición de revelar los secretos de su “magnetismo”. La clínica que montó Mesmer estaba instalada con gran habilidad:
-        Semioscuridad
-        Perfumes orientales
-        Músicas lejanas y exóticas
-        Decoración recargada y misteriosa
En el centro de la sala se instaló la llamada “cubeta de la salud” que era una especie de altar con una pila llena de agua. Los pacientes se sentaban rodeados por cordones que salían de la cubeta. De vez en cuando, tocaban con las manos unas varillas metálicas que estaban en contacto con el agua, las que debían apretar sobre las partes enfermas de su cuerpo. También se tocaban unos a otros en las puntas de los dedos, para hacer circular “el fluido”.  Mesmer para estas ocasiones solía vestir una túnica de seda morada y pasaba entre los asistentes tocándoles con su varilla o con sus manos en la frente y en las manos. No era extraño que durante el acto los pacientes entrasen en trances convulsivos para lo cual algunos compadres de Mesmer, bien pagados, daban el pertinente ejemplo. Esto no está tan alejado de lo que se conoce hoy en día como “santones” y esas varillas metálicas con fluidos no son más que las pulseras magnéticas que se venden todavía que generan en la persona que las lleva una “supuesta” vitalidad (imagen posterior).
Sea como fuere, el caso es que Mesmer se hizo el “hombre de moda”, y su consulta tenía listas de espera incluso.
Ante las apasionadas discusiones entre partidarios y críticos, el Rey encargó a una comisión de científicos que analizasen el trabajo de Mesmer. Los resultados fueron negativos para Mesmer. Se publicó un informe que revelaba que algunos de los tratamientos eran claramente inmorales, y que no era infrecuente que bellas damas, sugestionadas por el santón, acabasen en una sala acolchada llamada “sala de las crisis” donde Mesmer calmaba sus nervios mediante la aplicación de una vara propia enteramente natural.
Al ver que venían malos tiempos para él, Mesmer volvió a Alemania. A pesar de sus evidentes falacias, el método de Mesmer fue un indiscutible precursor de futuras investigaciones y aplicaciones en el campo de la medicina psicosomática.

En 1892 se fundó la “American Psychological Association” (APA) formada por Stanley Hall, J.M.Baldwin y James Mckeen Cattell.

                                                   

                                                                                                                                                                      [CONTINUARÁ...]

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